top of page
Buscar
  • anayogaiyengar

Soy madre y quiero practicar Yoga

Ay la maternidad... que cosa tan bonita y que nos lleva de cabeza hasta que la comprendemos, la recogemos, la amamos y la disfrutamos...


Son muchas las madres que encuentran muy difícil el tener tiempo para ellas. Son muchas las tareas que un bebé y un niñ@ hasta cierta edad (que depende de cada uno) requiere de nosotros. Aún siendo compartidas, estas tareas implican mucho tiempo y dedicación. Pero es cierto que hay que cuidarse para cuidar y que debería ser un mantra entre las madres y padres.


Dice Katherine Ellison en su libro "El cerebro de mamá" que cuando una mujer se convierte en madre sufre una transformación en su cerebro que se beneficia de una gran plasticidad y que se convierte en una mujer con una gran capacidad para cumplir plazos, coordinar múltiples tareas, buscar salidas creativas a los problemas, encajar interrupciones frecuentes y permanecer impasible en plena crisis.


Llevando lo anterior al terreno de la práctica del Yoga, las madres están preparadísimas para disfrutar de una práctica que quizá no sea la imaginada pero si la necesaria y llevadera mientras que los hijos son aún pequeños y necesitan más de nosotros. Una postura que se queda a medio hacer porque nos llaman, un Adho Mukha que conlleva vigilar a la misma vez al peque que juega con lo que no debe...

Lo que no debemos es culpar a los hijos de la pereza que nos pueda dar ponernos encima de la esterilla. Siempre es mejor hacer 10 minutos que nada. Y si Savasana, toca hacerla con un chiquitín encima pues, bienvenido sea.


Los hijos hacen que sepamos aprovechar más esos pequeños espacios de tiempo que tenemos libres. Y sí, los tenemos, todos, lo que pasa es que en la sociedad actual hay muchas distracciones que nos hacen perder el tiempo pero si tenemos claras las prioridades (y cuando una es madre, la prioridad debería ser cuidarse), entonces, tenemos tiempo. Ojo! que no hablo de dos horas seguidas (ojalá ;) pero sí de 20 minutos, 30... que nos permiten desenrollar nuestra esterilla y dedicarnos unos minutos para practicar Yoga y beneficiarnos de él.


El tiempo que le dediquemos al Yoga va a repercutir igualmente en el tiempo de calidad que dediquemos a nuestros hijos. Los beneficios físicos de liberación de hormonas del bienestar, la sensación de ligereza después de intensos estiramientos y todo el alivio a nivel del sistema nervioso que el Yoga ofrece va a derivar en un encuentro con nuestros hijos todavía más en calma y de mayor disfrute.


Anímate a practicar, establece tus prioridades, no te distraigas, mantén clara tu mente, cuídate para cuidar a los tuyos desde tu mejor versión. El Yoga siempre, siempre, te va a ofrecer mucho.


Gracias por tu compañía.


Ana.



10 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page