Cuando uno comienza a practicar una disciplina es importante, muy muy importante el compromiso con uno mismo. Es muy importante entender cómo establecer una práctica consistente de Yoga.
Ya sea aprender a tocar el piano, prepararse para una maratón o comenzar a establecer una práctica consistente de Yoga, lo principal es tener claro que conlleva un esfuerzo y determinación importante. El comienzo siempre es lo más complicado. Somos humanos y la pereza nos ronda a todos.
Algunos somos más perezosos que otros pero lo peor es la utilización de la falta de honestidad con uno mismo para autoboicotearse y autojustificarse para no realizar ese esfuerzo de ponerse manos a la obra con nuestro propósito.
El Yoga no es solo una hora y media que estás en una clase haciendo lo que te dicen que hagas, no. El Yoga es un camino que no tiene final. Que tú tomas conscientemente y con gusto. Pero si quieres avanzar, tienes que andar por ese camino y eso supone que tendrás que desenrollar tu esterilla todos los días para crear un hábito y que el Yoga se convierta en una herramienta transformadora de todo tu ser.
Crear un hábito nuevo necesita de 21 días ininterrumpidos de práctica. Empieza por ahí y luego, te aseguro que lo tendrás tan establecido en tu vida que no te plantearás que quieres practicar, simplemente lo harás. No hay que plantearse si te da pereza, si estás cansado, si es que te duele el pie... no, lo haces y ya. Y te olvidas del resultado, te desapegas de él porque lo importante es el camino que recorres desde que desenrollas la esterilla hasta que la guardas, no lo que te sale o no.
La disciplina que uno decide con gusto tener en relación con su práctica de Yoga le hace más libre porque tú tomas la decisión y no te dejas avasallar por los pensamientos que quieren boicotear tu momento. Tú decides que quieres practicar por tí y para tí, salga lo que salga. Es tu momento y es tan importe y tan sagrado que esa práctica se convierte en algo indispensable en tu vida.
Pero seamos sensatos y realistas, la vida no es como uno siempre quiere y tenemos obligaciones laborales, familiares y prioridades.
No te digo que tu práctica deba ser todos los días de dos horas. Habrá días en los que le podrás dedicar 10 minutos pero los tienes, seguro, y los puedes utilizar para tí, para tu práctica. Todo depende de tus prioridades.
Cuando tu práctica esté establecida, cualquier momento será bueno para esos 10, 20 o 90 minutos para tí. Búscalos, focaliza tu energía en lo que te aporta, no te distraigas, utiliza el tiempo para tu bienestar.
Pero necesitarás de fuerza de voluntad, ánimo y compasión contigo mismo. Habrá días en los que te costará un mundo ponerte pero merece la pena... vaya! si merece la pena. Y tu camino habrá comenzado con paso firme y si necesitas compañía yo como profesora y muchos otros estaremos para ello, para darte ánimo para seguir adelante y enseñarte a continuar correctamente.
Ahora más que nunca la práctica de Yoga es una herramienta de valor incalculable para mantener un bienestar general que abarque cuerpo y mente, que nos centre en lo importante y que nos ayude a encontrar el equilibrio y la paz interior.
Yo te animo a que lo intentes. No tienes que demostrarle nada a nadie, tu práctica es tuya, de nadie más.
Gracias por tu compañía.
Ana
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